El progreso ha traído cosas maravillosas, las cuales nos han hecho evolucionar como sociedad a un ritmo frenético, sin embargo, ese mismo progreso nos ha hecho ser conscientes que estamos siendo poco cuidadosos con el medio ambiente. Uno de los problemas que más preocupan actualmente tiene que ver con las repercusiones sobre el medio ambiente del uso de plásticos. Desde hace tiempo se llevan buscando alternativas al uso de estos materiales, sin embargo, su gran versatilidad y longevidad los convierte en aliados para muchos productos, lo cual dificulta la implantación de alternativas más sostenibles. Para motivar al cambio tecnológico, se están poniendo en marcha diferentes medidas enfocadas a la reducción del consumo de plásticos y a promover su reciclaje..
En España, una de las medidas más recientes es el Impuesto Especial sobre el Plástico No Reutilizable, conocido popularmente como el impuesto al plástico. En este artículo, hablaremos sobre esta ley y cómo afecta al sector agroalimentario.
El nuevo impuesto al plástico en España
El Impuesto al plástico entró en vigor en España el 1 de enero de 2023. Se trata de un impuesto de carácter indirecto que tiene como objetivo reducir el empleo de plásticos de un solo uso en el país, fomentando la adopción de alternativas más sostenibles.
Este impuesto al plástico en España se aplica a los productos de plástico no reutilizable, como los envases y los recipientes de un solo uso y cuya aplicación exige cambios en los sistemas de gestión de las empresas.
¿Cuál es el ámbito objetivo de este impuesto al plástico?
El impuesto al plástico grava la fabricación, la importación y la adquisición intracomunitaria de los productos que forman parte del ámbito objetivo del impuesto.
Algunos ejemplos son los envases no reutilizables que contienen plástico, los productos plásticos semielaborados destinados a la obtención de envases y los productos que contienen plástico destinado a permitir el cierre, la comercialización o la presentación de envases no reutilizables.
Quedan exentos de este impuesto:
- Embalajes/envases para el sector sanitario
- Embalajes muy específicos del sector agrícola como los rollos de film para empacar balas de forrajes o cereales
¿Cuál es la base imponible, el tipo impositivo y la cuota tributaria de este impuesto al plástico?
La base imponible del impuesto está constituida por la cantidad de plástico no reciclado, expresada en kilogramos, contenida en los productos objeto del impuesto.
El tipo impositivo aplicable es de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado contenido en los productos objeto del impuesto.
Finalmente, la cuota íntegra, lo que habrá que pagar por este impuesto, resultará de aplicar a la base imponible el tipo impositivo.
¿Quién debe pagar el impuesto al plástico?
El impuesto se cobra a los fabricantes y distribuidores de estos productos, no a los consumidores finales.
Los fabricantes y distribuidores están obligados a declarar la cantidad de plástico no reutilizable que han puesto en el mercado y pagar el impuesto correspondiente.
¿Cómo se liquida el impuesto al plástico?
Los fabricantes están obligados a presentar la correspondiente autoliquidación (modelo 592) por dicha actividad.
La autoliquidación comprenderá las cuotas devengadas minoradas, en su caso, por las deducciones legalmente previstas. La autoliquidación no debe incluir las operaciones legalmente exentas.
Si el importe de las deducciones supera el importe de las cuotas devengadas en el periodo de liquidación, se puede:
- Compensar dicho exceso en las autoliquidaciones posteriores siempre que no haya transcurrido el plazo de 4 años.
- Solicitar la devolución del exceso en la autoliquidación del último periodo de liquidación del año natural.
A qué sectores afecta el Impuesto al Plástico en España
Todos los sectores que utilizan estos plásticos no reutilizables en sus procesos productivos se verán afectados por la nueva imposición, sin embargo, es en el sector agroalimentario, uno de los mayores afectados.
Los envases y recipientes de plástico son ampliamente utilizados en la industria alimentaria, desde botellas de agua y bebidas gaseosas hasta envases para alimentos frescos y envasados.
Tradicionalmente, el plástico no reutilizable ha sido un aliado de la conservación de los alimentos frescos, ya que permite el mantenimiento de estos productos, así como facilita su transporte, manipulación, exposición y entrega al consumidor final, asegurando unas condiciones higiénicas a un precio muy contenido, permitiendo una vida útil elevada, lo que conlleva que puedan ser transportados a mayores distancias y almacenados durante periodos más largos antes de su venta.
Estos envases de plástico no reutilizable estarán sujetos al impuesto.
Si los fabricantes y distribuidores de alimentos como frutas y verduras tienen que pagar un impuesto por el plástico no reutilizable que usan, esto puede afectar su rentabilidad, lo que conllevará a su búsqueda de alternativas.
Impuesto al plástico como oportunidad para optimizar la utilización del plástico en los embalajes
Esta ley se enmarca en un contexto global de preocupación por el medio ambiente y la necesidad de tomar medidas para reducir el impacto de los residuos plásticos en el planeta.
La Unión Europea ha establecido objetivos ambiciosos para reducir el consumo de plástico de un solo uso y promover la economía circular.
De hecho, la Ley del Plástico española se enmarca en una directiva europea que busca reducir el consumo de plásticos de un único uso en la Unión Europea en un 50% para 2025.
El sector agro está en continua evolución y ya mucho antes de la salida de esta imposición, existían los envases alternativos y sostenibles, si bien, esta ley supone un nuevo impulso en esta dirección, haciendo menos interesantes los envases plásticos no reutilizables y posicionando sus alternativas como una opción más relevante.
Muchas empresas ya cuentan con programas de investigación y desarrollo de soluciones de envasado más sostenibles, como materiales biodegradables y compostables, los cuales pueden, incluso, actuar como reclamo publicitario.
Además, la Ley del Plástico también puede fomentar la adopción de prácticas más sostenibles en la cadena de suministro alimentario. Por ejemplo, si los productores utilizan menos plástico en el envasado de sus productos, esto puede reducir la cantidad de residuos plásticos que se generan.
En conclusión, el impuesto al plástico es una medida necesaria para reducir el consumo de plásticos de un solo uso en España y fomentar la adopción de alternativas más sostenibles.
Uno de los sectores más afectados, el sector Agro, tiene una oportunidad para que las empresas desarrollen soluciones más sostenibles y fomenten prácticas más sostenibles en la cadena de suministro alimentario.
Con el tiempo, es posible que esta ley sea un catalizador para una economía más circular y sostenible en España y en toda Europa.