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La empresa, como ente vivo y dinámico, se encuentra en un proceso constante de cambio y búsqueda de estrategias para asegurar su supervivencia y mejorar su posición competitiva.
Es evidente que en épocas de crisis o depresión como la que vivimos se hace más necesario, si cabe, acopiarse de métodos que potencien la situación presente y proyección futura de la empresa.
En adelante prefiero utilizar el término depresión, no crisis, debido a la semejanza con La Gran Depresión, en cuanto a la «gravedad y dilatado periodo» de deterioro económico, financiero y social que está atravesando “el primer mundo” desde principios de 2008.
La Gran Depresión se inició en la crisis bursátil de 1929 y se prolongó económicamente  hasta principios de los años 40 y también se caracterizó por un alto nivel de paro, un desplome de la inversión, restricción del crédito, reducción alarmante del consumo y una contracción prolongada de la economía.
El tan manido término capital humano vuelve a ser protagonista nuclear del presente artículo, pero en esta ocasión desde su inestimable potencial en el desempeño de la gestión de la empresa, conocido como cogestión.
La cogestión es una apuesta por ir más allá de la gestión del talento como factor de producción centrado tanto en la cantidad como en la calidad del proceso productivo.

¿QUÉ ES LA COGESTIÓN?

La cogestión, en el ámbito empresarial, es la práctica mediante la cual los empleados tienen un papel importante en el desempeño de la gestión de la empresa. La palabra es una traducción literal del alemán Mitbestimmung.
Su aplicación práctica apareció en Alemania allá por el año 1949 en el sector del carbón y el acero y es a su vez el país pionero en la aplicación de éste método en sus empresas.

“NO SÓLO DE PAN VIVE EL HOMBRE”

El titular de este apartado no se ha descontextualizado,  se ha elegido deliberadamente, ya que expresa gráficamente uno de los sentidos del ser humano: necesita reconocimiento, aprobación, participar en los proyectos y toma de decisiones.
En el mundo empresarial la motivación de los empleados ha sido reconocida como un factor primordial en el éxito de la empresa. La asunción y aplicación práctica de este entendimiento por parte de consejo de dirección conlleva la participación de los trabajadores en la toma de decisiones.
Bajo el prisma del modelo de la cogestión la participación del trabajador en el accionariado o capital de la misma no es lo importante, lo que realmente importa es la aportación de sus ideas y propuestas en la configuración de un futuro más sólido elaborado en común por el conjunto de las partes.
Ha sido Alemania, donde la cogestión ha sido el núcleo en torno al cual gira su economía política, la que ha facilitado la participación de los trabajadores en la toma de decisiones y ha permitido demostrar empíricamente las bondades de éste método.
Los resultados económicos en éste país son numéricamente incontestables a poco que reparemos en la calidad de sus productos, su volumen de exportaciones,  nivel de vida, nivel educativo  y protección social de sus ciudadanos. En todo ello ha tenido y sigue teniendo gran parte de culpa su extendido sistema de cogestión. Figura dentro de las primeras 4 principales economías mundiales.

REQUISITOS PARA CALIFICAR UN PROCESO DE COGESTIÓN

La cogestión requiere que todas las partes del proceso tengan un entendimiento común de qué es lo que se quiere lograr. en qué posición se encuentran ahora y cómo deben actuar para cerrar la brecha (gap) entre las expectativas y los logros alcanzados.
La cogestión es sólo verdadera cuando una parte no puede actuar sin la otra, lo cual no significa que todas las partes de la empresa se reconocen imprescindibles la supervivencia y mejora continua de la empresa.

¿QUÉ BENEFICIOS REPORTA LA COGESTIÓN A LA EMPRESA?

  1. Fomenta las condiciones organizacionales que permiten el desarrollo y la satisfacción plena de las personas, así como el logro de los objetivos individuales y colectivos, alcanzando la eficiencia y eficacia.
  2. Alto grado de corresponsabilidad e implicación, incluso en momentos de adversidad.
  3. Mayor fidelización del trabajador.
  4. Reducción de intereses opuestos y por consiguiente de conflictos entre las partes.
  5. Aumenta el nivel de calidad de los productos y servicios prestados.
  6. Mayor eficiencia en los procesos debido a una mayor motivación.

Creo que todos estamos de acuerdo en la frase “El todo es más que la suma de las partes” y “Sólo hay dos palancas que muevan a los hombres: el miedo y el interés” y cada empresa apuesta por uno de los dos extremos de la frase anterior o quizá por los dos.

“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer.”
Bertolt Brecht

“Innovar es encontrar nuevos o mejorados usos a los recursos de que ya disponemos.”
Peter Drucker

 “Para una empresa, la única manera de que no se la coman es fortalecer las capacidades de sus trabajadores para que sean líderes es todo lo que hacen”
Robin Sharma

enlaces y referencias de interés:
La cogestión de las grandes empresas en Europa, la experiencia alemana y la ley de cogestión de 1976
La cogestión de los trabajadores en la Alemania Federal: Pasado y futuro
 imagen: Glion Institute of Higher Education


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