Venimos viendo desde hace muy pocos años la opción de utilizar unidades de estado sólido (SSD) a la hora de montar o comprar un equipo. En la actualidad los precios de discos duros SSD ya son más asequibles, han aumentado su capacidad de almacenamiento y han dejado de ser un componente de «lujo». Evidentemente, su relación GB/precio no está a la par de los discos duros HDD tradicionales, por lo que sobre qué clase de disco duro es mejor va a depender del uso y funciones que le vamos a dar. Veamos una comparativa de ventajas e inconvenientes que presentan los discos duros SSD frente al tradicional HDD.
Ventajas del SSD
Velocidad: La principal ventaja y diferencia de los SSD. El uso de memorias en los SSD frente a la mecánica de los cabezales y platos del HDD no tiene comparación. Se eliminan cuellos de botella a la hora de leer o escribir datos, abrir documentos o aplicaciones, apagar o encender el equipo, es casi instantáneo.
Consumo de energía: Los discos SSD no tienen mecánica, ni piezas móviles, por lo que su consumo energético es menor. En equipos de sobremesa no es algo muy importante, pero en equipos portátiles nos da más autonomía de la batería.
Resistencia y fiabilidad: Al no tener piezas móviles no solo es más rápido, los golpes o caídas no tienen porque dañar el disco, algo que sí que ocurre con los HDD, alcanza menores temperaturas y los imanes no tienen ningún efecto al aproximarlo a un SSD, haciéndolo más seguro todavía.
Desventajas del SSD
Capacidad: Si lo que buscamos en almacenamiento, sale ganando el HDD. Este año ya han ido apareciendo de 1TB (a un precio desorbitado), mientras que en HDD ya los hay de 4TB.
Precio: En la relación GB/€, el SSD sigue perdiendo. Pese a que ya este año ya han ido apareciendo discos duros SSD 512GB a precio razonable, por el mismo precio lo tenemos de 4TB.
Vida útil: Los SSD funcionan con módulos de memoria, dichos módulos tienen una cantidad de ciclos de uso. En teoría los HDD tienen más vida útil porque no tienen un número de ciclos de uso, pero las partes mecánicas si que pueden estropearse por el uso. En un uso normal, es raro que consigamos agotar los ciclos de uso del SSD, pero en un servidor en el que se escribe y lee constantemente, puede que no sea la mejor opción. Aproximadamente un SSD tiene un 20% menos de vida útil que un HDD.
Rendimiento multitarea: Otra de las desventajas de los SSD es que salvo los SSD que van en múltiples canales, en aplicaciones multitarea su rendimiento cae, esto es así por que funcionan con colas, direcciones de memoria y va una detrás de otra, pudiendo llegar a saturar el buffer.
Entonces ¿cuándo usar SSD?
Como comentaba al principio, que tipo de disco duro es más adecuado dependerá del uso que vayamos a darle. Siendo una muy buena opción para equipos portátiles o equipos de sobremesa (que podemos combinar un SSD y un HDD). En cambio, para montar un servidor o un NAS, apostaría por discos duros HDD.
imagen: graham_alton
La configuración que comentas es la que uso yo en casa.
Incluso si queremos «estirar» la vida de un portátil o sobremesa, la opción de instalarle un SSD para el S.O. es muy interesante.
Un saludo Carlos.
Tienes mucha razón Manu. yo cuando tengo que recomendar a alguien que quiere comprarse un ordenador nuevo o montarlo por piezas, le insisto siempre en que le ponga un ssd para el sistema operativo y un segundo disco normal para almacenar.