Todavía me encuentro con quien me hace esa pregunta y es por esto por lo que he decidido escribir este artículo, porque sin duda será el futuro de muchas aplicaciones. El SaaS cuyas siglas proceden del inglés «Software as a Service», en español «Software como servicio» podríamos definirlo como:
La implantación de una aplicación donde el proveedor cede al cliente el uso de esta aplicación como un servicio en función de las necesidades del cliente. Alojando la aplicación en sus propios servidores web, donde los usuarios que han adquirido el servicio acceden de forma habitual a través de un navegador de Internet.
Por lo tanto, el SaaS implica que el proveedor proporcione al cliente los medios, los servicios y la experiencia que permiten a las empresas externalizar su sistema informático. De forma que suponga un coste en lugar de una inversión.
Lo que nos aporta la modalidad del SaaS:
Velocidad de procesos: Implantación mucho más rápida, actualizaciones continuas. Configuraciones más rápidas ya que se realizan a través de internet. Accesibilidad permanente desde cualquier punto a través de internet. No hay necesidad de tener una aplicación individual con licencia.
Aplicación siempre actualizada: Las actualizaciones de la aplicación serán automáticas, innovaciones continuas y de inmediata disponibilidad. No habrá necesidad de reinstalar o de volver a configurar con las actualizaciones de la aplicación.
Seguridad: Al estar alojado en «la nube» proporciona un alto nivel de seguridad. El acceso a datos es mucho más restringido con muchas medidas de seguridad. Los servidores se encuentran en centros de datos con condiciones ambientales adecuadas y sistemas de seguridad redundados (electricidad, aire acondicionad, sistema antiincendios, accesos, etc.) que reducen los posibles fallos a un 0.01%. Este tipo de instalaciones donde se alojan las aplicaciones SaaS, proporciona un nivel de seguridad mayor del que la mayoría de las empresas pueden adquirir para sus propias instalaciones.
Reducción de costes: La inversión inicial es muy inferior:
- No hay que hacer inversión en Hardware (servidores, espacio en disco, ordenadores…)
- Se reduce el gasto de energía de servidores y otros sistemas que se requieren para el uso óptimo de los servidores como aire acondicionado, etc.
- Se utilizan los recursos que dispone la empresa (pc + internet).
- Únicamente consistirá en la cuota de alta y el pago de una cuota mensual.
En resumen, podemos tener la misma aplicación con instalación y configuración más rápida, innovación constante y automática que mantendrá la aplicación siempre al día, mayor seguridad tanto de instalación como de datos y a un coste por lo general inferior.
Parece ser que el «SaaS» si puede ser el futuro de muchas aplicaciones informáticas.