El mundo avanza más deprisa de lo que a todos nos gustaría, y el mundo de la tecnología no se queda atrás, sino que incluso lo hace con mayor rapidez. Dispositivos y tecnologías que hasta hace un par de años formaban parte de nuestro día a día en el ámbito laboral, se van quedando obsoletos a medida que surgen otras nuevas, más eficientes, más seguras, más modernas.
La irrupción de Android no es nueva, de hecho, lleva con nosotros unos 11 años, pero hoy en día es la dominadora absoluta entre los Sistemas Operativos de nuestros teléfonos y próximamente (si no lo es ya) de los dispositivos en el ámbito laboral, en concreto en almacenes de producción. Por este motivo es necesario plantearse implementar una solución en Android que nos permita comunicarnos con nuestro ERP central.
Antes de actuar, hay que pensar
Cuando se presenta la primera fase de nuestro proyecto, es muy tentador querer que nuestra app sea un clon del ERP, pero en una PDA o teléfono Android. ¿Es esto realmente necesario? ¿Por qué invertir esfuerzo y dinero en algo que ya tenemos implementado y que dicho esfuerzo y dinero ya se ha invertido con creces? Se acaba llegando a la conclusión de que la aplicación debe reunir una serie de características para que tenga éxito y sea lo que realmente queremos que sea:
- Simple y limpia: Debe ser lo más sencilla visualmente y limpia posible. Significa que no debemos sobrecargar las pantallas con elementos inútiles, demasiado grandes o que complican el uso. La pantalla de un PDA es limitada y se ha de tener clara la optimización del espacio.
- Lo más ligera posible: Si es una aplicación que va a ser utilizada en un almacén, por ejemplo, ha de cumplir con las tareas que se realizan en un almacén y no plantearse funcionalidades con una lógica extremadamente compleja. Un operario se limita a leer y enviar datos.
- La robustez, la dejamos para el ERP: Como se ha explicado en el punto anterior, el peso de las operaciones debe recaer en el ERP, puesto que ya están implementadas previamente y se tiene una mejor estructura para soportar dichos cálculos.
- Comunicación fiable y segura: Por supuesto, la comunicación entre la aplicación y el ERP debe ser completamente fiable y segura. Fiable para que los datos no se pierdan en el camino de ida o de vuelta, y segura para que no sean interceptados por un tercero.
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La estrategia: la casa se empieza por los cimientos
Una vez que se tienen claros los requisitos y las limitaciones con las que contamos, es hora de lanzarse a la piscina y comenzar el desarrollo. ¿Una piscina sin agua? ¿Por dónde empiezo? La respuesta es sencilla: formándote. En la actualidad hay numerosos cursos muy concentrados en aprender Android de una forma muy sencilla y muy completa.
Además, hemos de tener en cuenta, y la gran suerte, de que Android está bajo el ala de quizá, el mayor gigante tecnológico que existe: Google. Mediante su web de desarrollo se encuentra la guía con las recomendaciones que Google hace para implementar una aplicación de Android de forma robusta y que satisfaga los requisitos que buscamos. Una aplicación Android se cimenta sobre cuatro capas:
- Activities / Fragments: Son los elementos que representan las interfaces de usuario. Esto es, donde se muestran los elementos y se interactúa con la pantalla.
- ViewModel: El ViewModel es una capa intermedia entre la vista y el modelo, que permite asumir una lógica más elaborada que esté fuera de la vista y que no sea tan directa con la capa de datos como el Repository.
- Repositories: El Repository constituye la capa encargada de manipular y procesar los datos para el mostrado en pantalla, y de preparar dichos datos para enviar al ERP.
- Room y Retrofit (Capa de Datos): Es la capa que se encarga de enviar y recibir datos. Mediante Room controlamos la base de datos local de la aplicación, y Retrofit es el encargado de realizar la comunicación externa con el ERP.
- Servicios Web: Una de las partes más importantes de la arquitectura. Es el canal de comunicación entre la aplicación y el ERP, de modo que nos permite abstraernos de todas las particularidades del ERP, sea de la clase que sea.
El lavado de cara y la experiencia de usuario
Finalmente, uno de los aspectos a tener en cuenta es el detalle y cuidado de la interfaz de usuario. Los desarrolladores solemos cometer el error de creer que estamos creando una aplicación a nuestra imagen y semejanza, y que va a ser utilizado por un tipo de usuario parecido al nuestro. Y nada más lejos de la realidad.
Los colores, los iconos, la posición y agrupamiento de los elementos en pantalla, el tipo de letra, etc. es tanto o más importante que un buen diseño interno. Es necesario conocer muy bien el usuario final, sus costumbres y conseguir que se sienta cómodo en su puesto de trabajo trabajando con la nueva herramienta. De nada sirve si la aplicación funciona a las mil maravillas, pero le entorpece su día a día.
La nueva vida en el almacén
Una vez se tengan claros los conceptos de los puntos anteriores, no podemos abandonar el foco en lo realmente importante: las funcionalidades de la aplicación. Nuestra aplicación debería poder realizar las siguientes operaciones y características:
- Inventarios, Regularizaciones y Trasiegos, para controlar en todo momento el stock del almacén y mantenerlo actualizado.
- Ubicaciones, tanto de pares sueltos como de bultos, que permite controlar la situación física de la mercancía.
- Entrada de Mercancía, para dar entrada a lo que nos llega a través de contenedores o mediante devoluciones del cliente.
- Salida de Mercancía, para realizar toda clase de facturaciones al instante, tanto de pares sueltos como de bultos.
- Grabación de Cupones y Producción, para realizar el seguimiento de la situación de fabricación de los pedidos.
- Control del Stock, para toda la gestión de bultos, tanto para su consulta, como para su desplazamiento dentro del almacén.
Siguiendo las pautas de este artículo, y satisfaciendo los requisitos que requiere un almacén del Siglo XXI, en Clave Informática hemos logrado implementar Clavei Mobility Ware, una aplicación de gestión portátil de almacén, que permite realizar las tareas rutinarias en un almacén de producción sin la necesidad de un puesto de PC fijo, mediante un dispositivo PDA o incluso, un teléfono móvil con cámara.
Un esfuerzo que merece la pena
Desarrollar una aplicación en Android, siguiendo las recomendaciones de Google, adaptarlo a las necesidades del cliente, e integrarlo completamente con tu ERP, es un esfuerzo que merece la pena realizar si se quiere ampliar la potencia de tu solución convencional de forma exponencial.